Nueva entrevista en el diario Las Provincias, en la que hablamos de cómo se gestó Arrival, su evolución y una visión general del panorama inmobiliario.
-¿Por qué decidisteis crear Arrival Inmobiliaria?
-Carmen y yo llevamos en el sector inmobiliario suficiente tiempo como para haber conocido diferentes empresas y grupos de trabajo. Llevamos desde el 2011 en esto, comenzando en una conocida franquicia. En este periodo hemos aprendido, nos hemos formado y hemos lidiado con todos los pormenores que suponen el día a día en este mundo, todo ello, superando una de las mayores crisis que ha atravesado el sector tras el pinchazo de la burbuja. Pronto nos dimos cuenta de que nuestros clientes acudían a nosotros, independientemente de la empresa a la que representábamos. La gente necesitaba a personas y, por suerte, las sigue necesitando. Todo este aprendizaje, nos ha servido para perfilar cuál sería la esencia de nuestro negocio: El trato humano y la confianza, no en una empresa, sino en la persona. El entorno en el que nos encontrábamos no acababa de ser el idóneo, y las posturas con algunos socios y compañeros estaban bastante alejadas. Es un sector bellísimo y muy enriquecedor, pero por desgracia, hay agentes a los que solo les mueve el dinero. Fue cuando decidimos crear una empresa nuestra, con nuestra ética y valores, donde cada persona, fuera vendedor, comprador, propietario o inquilino, fuera tratada como se merece.
-¿Cuál ha sido su evolución en estos dos años?
-Arrancamos esta aventura en Mayo de 2023, creando desde cero todo el marketing, briefing, publicidad, modulística, marca e incluso diseñando la estética del local nosotros mismos (solo delegamos el diseño del logo), en muy poco tiempo. Teníamos muchas ganas de comenzar, aunque también algo de miedo e incertidumbre, como cualquier persona que emprende un negocio. Dentro de que somos una empresa pequeña, una empresa familiar, pues Carmen y yo somos matrimonio, el crecimiento en este tiempo ha sido exponencial. Fue maravilloso ver cómo muchos de los clientes con los que habíamos trabajado en el pasado, nos buscaron a través de las redes y de contactos comunes, para ubicarnos en nuestra nueva situación. Una vez más, comprobamos que nuestra filosofía se plasmaba también en la práctica. A día de hoy gestionamos un número significativo de ventas y alquileres, contando con que solo somos 2 personas y vivimos exclusivamente de los referidos, con lo que la captación no es un proceso que nos provoque estrés.
-En un mercado con tanta oferta de inmobiliarias, ¿cuáles son vuestros valores diferenciales?
-Efectivamente, hay muchas agencias inmobiliarias. Sin ir más lejos, en nuestro barrio, La Cruz del Grao y Ayora, en apenas unas manzanas, hay unas 10. Yo siempre pienso que hay mercado para todos aquellos que intentamos hacer las cosas bien, siguiendo las normas, con las formaciones pertinentes y el resto de obligaciones legales, que cada vez, por suerte, son más. Hasta hace poco, parecía que cualquiera se podía poner a vender pisos, y ahora el sector está mucho más profesionalizado. Al margen de esto, nuestro mayor valor es el personal. Cualquier persona a la que le gestionamos una venta o un alquiler, o que acceda a nuestra oficina, tiene como único interlocutor a Kike y/o a Carmen. No le va a atender un bot ni va a recibir un correo automático genérico. Sus pretensiones y necesidades no se van a quedar olvidadas en un cajón. Siempre tendrá una respuesta por nuestra parte, tratando de entender de la mejor manera su situación particular. Además, contamos con experiencia demostrada de casi 15 años, que siempre le genera tranquilidad al cliente, y el apoyo de asociaciones a las que pertenecemos para colaborar con otras agencias, como ASICVAL.
-Además de la compra venta y el alquiler, ¿qué otros servicios ofrecéis?
-En el alquiler, ofrecemos y gestionamos el seguro de impago, pues somos agencia homologada de SEAG (Sociedad Española de Alquiler Garantizado) y desarrollamos la gestión integral del alquiler para que el propietario se despreocupe por completo de cualquier trámite y únicamente disfrute de recibir la renta cada mes de manera puntual. Además, recientemente, hemos comenzado a desarrollar la gestión de seguros de todo tipo, como de vida u hogar, pues somos agentes del grupo Mapfre. Otras labores que realizamos, además de la venta y el alquiler, es el asesoramiento en herencias y divorcios y la intermediación financiera.
-Contáis con inmuebles en la provincia de Valencia, Alicante y Castellón, ¿habéis pensado dar el salto a otras zonas? ¿Dónde?
-Efectivamente, hemos realizado ventas y alquileres en diferentes puntos de la Comunidad Valenciana, si bien lo más habitual es que trabajemos de manera directa Valencia ciudad y las poblaciones que la rodean. Al trabajar sobre el referido y las recomendaciones, nos debemos al cliente, y si la distancia es prudencial nos encargamos de todo igualmente. Si no somos capaces de llegar con nuestros recursos, el cliente puede estar tranquilo ya que colaboramos con las diferentes agencias que puedan encontrarse más cerca del inmueble. Esto nos ha llevado a hacer ventas en Castellón, Alicante, Alcoy o incluso en Torrevieja. Ya que la idea es no ampliar personal, y que sigamos gestionando todo nosotros mismos, no tenemos pensado abrir otras oficinas en otras localizaciones.
-¿Cómo veis la situación del mercado inmobiliario de cara al próximo año?
-Pensamos que va a seguir la misma línea que este presente año 2025: poca oferta y mucha demanda. Lo cierto es que, como hemos comentado muchas veces, es una situación verdaderamente dramática, especialmente para la gente joven que quiere emanciparse. A consecuencia de la escasez de oferta, y como es bien sabido por todos, los precios se han duplicado en muy poco tiempo, haciendo inaccesible el alquiler y la compra para gran parte de una generación. No pueden ahorrar porque el alquiler es muy alto, y por consiguiente no pueden plantearse la compra. Hasta ahora el sector se ha nutrido mucho de la demanda extranjera, que en general suele tener una capacidad económica diferente, y muy posiblemente, va a continuar ocurriendo lo mismo.
-¿Por dónde pasa el futuro del sector inmobiliario?
-Creemos que tiene que haber un cambio drástico si queremos que las cosas mejoren y que la vivienda sea más accesible. Las últimas medidas que ha tomado el gobierno han sido poco efectivas, sin haber estado contrastadas por los especialistas del sector, y esto nos ha llevado a que el problema se agrave aún más. Los agentes inmobiliarios profesionales tenemos una gran responsabilidad, que es la de guiar correctamente a los propietarios. No se trata de hacer subastas ni otras estrategias de dudosa ética que provocan el estallido del precio y el descontento del comprador, sino de orientar a ambas partes hacia un acuerdo justo. En nuestra opinión, no se trata de digitalizar ni implantar las inteligencias artificiales a toda costa en el sector. Más bien al contrario, esta profesión necesita más que nunca a personas comprometidas. Si por parte de los de arriba conseguimos trabajar en la misma línea, podemos mejorar la situación y planificar un mejor futuro para todos.